Aprueban primer tratamiento mundial contra la malaria en recién nacidos
- Periodista

- 8 jul
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Ginebra.— Suiza se convirtió en el primer país en aprobar un medicamento contra la malaria para recién nacidos, lo que podría cambiar el panorama de salud pública en países africanos donde esta enfermedad es endémica, según anunciaron autoridades regulatorias y la farmacéutica Novartis.
El nuevo tratamiento, llamado Coartem Baby, fue desarrollado especialmente para bebés que pesan menos de cinco kilogramos, un rango que típicamente abarca a los menores de dos meses. Hasta ahora, los médicos solo contaban con versiones para bebés mayores de seis meses, lo que obligaba a administrar dosis ajustadas, aumentando el riesgo de efectos secundarios debido a que los recién nacidos metabolizan los medicamentos de manera diferente.
“No queremos dejar atrás a ningún paciente, sin importar lo pequeño que sea”, declaró el Dr. Lutz Hegemann, presidente del programa de salud global de Novartis, a Euronews Health.
La malaria, transmitida por mosquitos, mata a unas 597,000 personas cada año, y la mayoría de las víctimas son niños menores de cinco años en el continente africano. Actualmente no se vacuna a los bebés contra la malaria sino hasta los cinco meses de edad, lo que deja a los más pequeños en una situación vulnerable.
Se estima que en 2023 hubo 36 millones de embarazos en 33 países africanos con alta presencia de malaria. Aproximadamente una de cada tres madres resultó infectada durante el embarazo, lo que aumenta el riesgo de transmisión a sus bebés, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El medicamento será aprobado rápidamente en al menos ocho países africanos: Burkina Faso, Costa de Marfil, Kenia, Malaui, Mozambique, Nigeria, Tanzania y Uganda, gracias a una colaboración internacional con Swissmedic, la autoridad regulatoria suiza. Novartis planea distribuirlo este otoño sin fines de lucro, y se espera que más países se sumen posteriormente.
Coartem Baby es una versión ajustada del medicamento antimalárico ya existente de Novartis, pero con una dosis y proporción modificada para minimizar efectos secundarios en bebés. Además, tiene sabor a cereza y puede disolverse en leche materna para facilitar su administración.
“Estos son pequeños cambios, pero grandes pasos”, comentó el Dr. Quique Bassat, director del Instituto de Salud Global de Barcelona, quien asesoró a Novartis en los ensayos clínicos.
Aunque los casos de malaria en recién nacidos representan una porción modesta del total, Bassat subrayó la necesidad urgente de medicamentos específicos para este grupo. “Ahora tenemos algo que es perfectamente adecuado para ese grupo etario donde antes había un vacío”, dijo.
El desarrollo del medicamento fue financiado por la Unión Europea y la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo.








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