Coca-Cola reducirá 30% de azúcar en México; Gobierno bajará impuesto al refresco “light” y aprueba IEPS a videojuegos violentos

El 16 de octubre de 2025, Patricio Caso Prado, director de Asuntos Públicos y Sustentabilidad de Coca-Cola México, anunció que la compañía reducirá en un 30% las calorías de sus bebidas azucaradas, comenzando con las presentaciones más grandes. La medida se implementará de manera escalonada, con la meta de que en un año el 70% de sus productos cumpla con esta reformulación.

Paralelamente, el Gobierno Federal y la Cámara de Diputados acordaron modificar la Ley de Ingresos para reducir el IEPS de 3 pesos a 1.5 pesos por litro en bebidas bajas en azúcar o con endulzantes no calóricos. El objetivo, según autoridades, es incentivar el consumo de productos más saludables.

Andrés Massieu Fernández, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Bebidas, explicó que el pacto con el Gobierno contempla la innovación y reformulación de productos, la expansión de bebidas bajas en calorías, y la autorregulación de la publicidad dirigida a menores.

Por su parte, Eduardo Clark García Dobarganes, de la Secretaría de Salud, detalló que se creará un nuevo impuesto para bebidas con endulzantes artificiales, de 1.5 pesos por litro, mientras las que contienen azúcar mantendrán el gravamen de 3.08 pesos. Afirmó que los precios más bajos de las bebidas reformuladas se reflejarán directamente al consumidor.

El acuerdo fue presentado junto con Ricardo Monreal Ávila, Carol Antonio Altamirano, David Kershenobich (titular de la Secretaría de Salud) y funcionarios de Hacienda. Del lado empresarial participaron Roberto Campa Cifrián, de FEMSA, y Guillermo Garza Martínez.

Ese mismo día, la Cámara de Diputados aprobó, con 351 votos a favor y 129 en contra, las reformas al IEPS dentro del Paquete Económico 2026, que además incluyen:

• Incremento de 100% al impuesto sobre cigarros y tabacos.

• Creación de un IEPS del 8% a videojuegos con contenido violento.

• Aumento de 30% a 50% para juegos y sorteos.

La oposición, encabezada por el PAN, PRI y MC, criticó la medida. El panista José Elías Lixa acusó a Morena de “simular acuerdos con refresqueras”, mientras que el priísta Arturo Yáñez llamó al nuevo gravamen “el impuesto de la desesperación fiscal”.

En respuesta, Monreal Ávila defendió el diálogo con el sector privado como un paso para “recomponer la relación económica del país”.

Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo celebró el acuerdo y destacó que busca equilibrar salud pública e inversión privada:

“Se mantiene buena parte del IEPS, pero con el compromiso de reducir el azúcar. Es un acuerdo por la salud de los mexicanos.”

La mandataria reiteró que México seguirá abierto a la inversión, pero con un enfoque en bienestar social. El nuevo marco fiscal y sanitario marcaría un cambio importante en la relación entre el Gobierno y la industria refresquera.