EE.UU. ofrece 25 millones por Maduro y sanciona al Cártel de los Soles como grupo terrorista

La Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos ofreció el 28 de julio una recompensa de 25 millones de dólares por información que permita capturar o condenar a Nicolás Maduro Moros, actual presidente de Venezuela, a quien acusan de encabezar el llamado Cártel de los Soles, una red criminal señalada por vínculos con el narcotráfico y el terrorismo.

La acción fue respaldada por una sanción oficial del Departamento del Tesoro, a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), que designó al Cártel de los Soles como una entidad Terrorista Global Especialmente Designada. Según el gobierno estadounidense, este grupo ha brindado apoyo logístico y financiero a organizaciones como el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa, consideradas amenazas directas a la seguridad nacional.

“El régimen ilegítimo de Maduro ha utilizado estructuras del Estado venezolano para facilitar operaciones criminales transnacionales, incluyendo el tráfico de drogas, trata de personas y lavado de dinero”, señaló la OFAC. Los funcionarios estadounidenses acusan a altos mandos del ejército, inteligencia y sistema judicial venezolano de colaborar activamente con estas redes criminales.

El nombre del cartel, explicaron, proviene de las insignias doradas usadas por oficiales militares venezolanos, y se afirma que opera desde las más altas esferas del poder en Caracas. Además de apoyar al Tren de Aragua, el grupo también habría servido como puente para las actividades del Cártel de Sinaloa.

Las sanciones se emitieron bajo la Orden Ejecutiva 13224, lo que implica el congelamiento de activos y la prohibición de hacer negocios con entidades o personas relacionadas con el grupo.

La escalada de acciones coincide con la toma de protesta de Terrance C. "Terry" Cole como nuevo director de la DEA, quien asumió el cargo el 24 de julio con el compromiso de reforzar la lucha contra las redes criminales que operan más allá de las fronteras de EE.UU.

El gobierno de Joe Biden ha mantenido una línea dura contra Maduro, pero esta ofensiva revive el tono confrontativo característico de la era Trump, especialmente en el lenguaje y el enfoque punitivo.

Las autoridades venezolanas no han emitido una respuesta oficial, aunque se prevé que Caracas rechace las acusaciones, como ha ocurrido en ocasiones anteriores. Entretanto, el señalamiento y la recompensa marcan un nuevo capítulo en la tensa relación entre ambos países, con implicaciones no solo políticas, sino judiciales y diplomáticas.