Explosiones sacuden Moscú tras ataque de drones; autoridades rusas niegan daños pese al caos

Moscú vivió momentos de tensión la noche del 26 de octubre, cuando una oleada de drones no identificados atacó la capital rusa. A pesar de que las autoridades afirmaron que “todos los drones fueron derribados”, en la ciudad se escucharon fuertes explosiones y se observaron columnas de humo, reportaron medios locales y testigos.

El funcionario ucraniano Andriy Kovalenko, jefe del Centro para Contrarrestar la Desinformación, confirmó que Moscú estaba bajo ataque de drones, aunque no dio más detalles. Paralelamente, redes sociales y medios rusos difundieron imágenes y videos donde se observan daños en edificios y pánico entre los habitantes.

Según canales rusos, un dron habría impactado un edificio de gran altura, aunque varias fuentes atribuyeron la explosión a un error del sistema antiaéreo ruso, que en otras ocasiones ha dañado estructuras propias al repeler ataques.

El alcalde de Moscú, Sergey Sobyanin, insistió en que las defensas aéreas estaban “repeliendo con éxito” los ataques, sin hacer referencia al humo visible en varios distritos de la ciudad.

Imágenes que circularon en línea mostraron incluso vehículos militares armados con ametralladoras patrullando frente al Kremlin, en lo que se asemeja a una versión rusa de las “brigadas de fuego” ucranianas.

Horas antes, se habían reportado explosiones en la región de Moscú, cerca de una base aérea estratégica. Los blancos habrían sido el aeródromo de Shaikovka y el aeropuerto de Kaluga, ambos relacionados con la aviación estratégica rusa.

En paralelo, fuerzas ucranianas atacaron una represa en Bélgorod, provocando filtraciones de agua que dejaron aisladas a unidades rusas cerca de la localidad de Vovchansk, según fuentes militares.

El ataque, uno de los más audaces registrados en el corazón de Rusia, evidenció la vulnerabilidad de las defensas antiaéreas del Kremlin, mientras las hostilidades con Ucrania continúan intensificándose.