Putin minimiza sanciones de EE. UU. y advierte sobre repercusiones energéticas

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, calificó las sanciones impuestas por Estados Unidos como “nada nuevo”, reconociendo que generarán dificultades, pero aseguró que no alterarán de manera significativa el bienestar de la economía rusa.

Durante una rueda de prensa al término de un acto de la Sociedad Rusa de Geografía en Moscú, el mandatario describió las medidas, que afectan principalmente a las petroleras Rosneft y Lukoil, como un “acto hostil” y un intento de ejercer presión sobre Rusia.

Putin destacó la importancia de la soberanía nacional: “ningún país que se respete resuelve nada bajo presión y nosotros tenemos el privilegio de pertenecer al grupo de países que se respetan a sí mismos”. Además, criticó que las sanciones no contribuyen a mejorar la relación bilateral con Estados Unidos y expresó que las medidas dañan los nexos entre ambas naciones.

El presidente ruso restó importancia a la posposición de la cumbre en Budapest anunciada por Trump, señalando que el diálogo siempre es mejor que la confrontación, y que cualquier encuentro debe prepararse cuidadosamente para ser exitoso.

Respecto al mercado energético, Putin advirtió que intentar excluir a Rusia del equilibrio global hará disparar los precios del petróleo y la gasolina, afectando también a Estados Unidos. Cuestionó las motivaciones de quienes asesoran las sanciones, sugiriendo que podrían actuar en intereses ajenos a los de Washington.

Con un toque irónico, se refirió a una restricción menor sobre exportaciones: “Negarse a adquirir nuestros excusados les va a salir muy caro”, enfatizando su postura crítica hacia la política estadounidense.

Finalmente, ante la posibilidad de que Ucrania ataque territorio ruso con misiles Tomahawk, Putin lanzó una advertencia contundente: “La respuesta de Rusia será no sólo muy seria: será demoledora. Deberían de pensarlo bien”.